martes, 2 de septiembre de 2008

dime lo que escuchas y te diré quien eres

Matilda era una estudiante brillante, debió ser la mejor alumna de la generación en una carrera de filosofía en la desconocida Universidad de Cracovia, país que recordaran en la película "la terminal", pero aquella ciudad me sirve de referente para hacerla figurar en algún lugar. Largas madrugadas delatadas en el rojo cereza de sus ojos, tildaban su semblante cada vez que se avecinaba una prueba, el resultado, siempre la mejor calificación, siempre en el primer lugar de las listas,mientras Palencia, sólo cerraba el listado, con el rojo cereza que le prestaba cada vez mas seguida Matilda. Pero ella tenía una clara disfunción, ¿ cuál? la de ser feliz en la vida real, no en una escala de notas con números y cifras, sino en una musical. La de vivir, la de disfrutar de otras formas de arte, como la música. Palencia siempre fué siempre por más, quería tener todas las canciones en una alcancía, su aventura no era alcanzar una fe intelectual, ni menos una proporcionada por Platón, sino estaba con su razón puesta en sonidos nuevos, a través de ellos se explicaba ante los demás, con ella sugería su estado de ánimo, con ella supo que detrás de los cerros se erá aún más feliz.

1 comentario:

Anónimo dijo...

estás escribiendo notablemente mas lindo y mejor :)

necesitas una editora y te lanzarás al estrellato

puedo ser tu editora???? tu serás el creador, yo te ordeno las ideas
(50 y 50)

Karina