miércoles, 20 de mayo de 2009

cabeza de radio


Me pidieron un comentario, una nota musical para PlazaOsorno.cl y hablé con algo de propiedad de Jirafa Ardiendo, una banda que me dejó en la otra ventana o en la vereda de al frente. Pero no hablaré de eso hoy,tampoco de la pandemia mental que genera el H1N1, ni mucho menos de los paros antes del 21 de mayo, ni de las encuestas parcialistas con miras a la carrera presidencial de diciembre próximo.

Me escudaré en la tos de dos días lluviosos, de esa tos que sale del alma, como si el tiempo quisiera fundirse en la voz de una garganta desesperada. El invierno se hizo presente, y calcular los milimetros y densidad con los que caerá la lluvia no es tarea fácil. Ubicarme bajo ésta, es tan difícil como direccionar el horizonte de una luz en mi. Pero prefiero seguir soñando como ayer, antes que la tregua que me dá el reloj, me hagan perder nuevamente el rumbo, no quiero fallar en un nuevo intento esta vez.

sábado, 14 de marzo de 2009

Rewind

Volvió a lucir sus diferencias con su vida, con una garganta gastada, no en sus mejores condiciones, seguramente debido a su relación con los excesos baratos de la ciudad. Un rostro no del todo amigable, con la extraña sensación de estar mirando siempre atrás. Se venía el maldito cambio de horario, como si no bastara con llegar al invierno y ver caer en la plaza agua y más agua. El sol se vería nuevamente hasta agosto, con suerte, pero ese enjambre de pesimismo, no era una matáfora atornillada al cemento, sino una realidad, era un fenómeno que ocurría todos los años y no quedaba otra opción que aceptarla. después de todo sólo serían cinco meses de espera o quizás un poco menos.

domingo, 28 de diciembre de 2008

espectadores esto no es ficción




Ascendino ya no caminaba solo, ahora había tomado otro rumbo su junio,la oscuridad de ese mes de invierno ya no lo invadía. Su regreso a casa era sólo con 7 mil pesos, pero era feliz, esa pobreza no importaba para él, sabía que si respondía bien en esta nueva puesta en escena, estos miserables pesos, decantarían en algo mucho mejor, tenia la secreta esperanza de que algo mejor estaba por venir.

Cada 15 días el rostro númerico de Ascendino, cambiaba sabía que llegaba la remesa, esa con la que pasaba con sus compañeros a ese pequeño sucucho llamado Don Oscar o más conocido como el "4 mesas", en donde por unas pocas monedas borraba con una cerveza el frío y la lluvía de toda una semana cargada de cifras y habilidad motora...Julio sería bastante mejor, esa cifra aumentaría a 12 mil pesos, Ascendino pensó que se habían equivocado, pero no era cierto, Babilonía ya no sería tan normal como antes.

tiempo extra (el alargue)

Ascendino, tenía un sueño oculto, en reserva, no acumulado, este deseo era casi diamante, y consistía en hacer una chilenita a estadio lleno, cosa que no cumplió, ya que cuando le tocó debutar en el estadio parque shott, justo le vino una jodida bronco neumonía y fue a parar a una fría cama de de hospital.
Ascendino en la soledad de un llanto de bebé que se escuchaba en un pasillo blanco sin fin.Ascendino pensó que no saldría de ésta, pero el futuro se vistió de azul, su salud mejoraba, y lo darían en dos días de alta. Su madre estaba a su lado para ese día, le trajo su mejor ropita de calle cuando ocurrió ese milagro una mini batería lo esperaba en casa su padre, lo peor había pasado.
En casa quedó Perico un cerdito que pasó a una mejor vida para los comensales, terminó en una oxidada parrilla y Ascendino se tragó las ganas de llorar. Abajo todos eran felices, si hasta el abuelo llegó y un padrino, que luego no se presentó y quedó otro en titular.
Ascendino finalmente realizó la pirueta en la cancha de su patio bajo un arco amarrado que sostenía 3 colihues, no se concretó con un estadio lleno,ni menos con su Perico, pero si feliz de volver a pisar el poco pasto y mucho barro de un frío e inundado invierno de Osorno.

jueves, 25 de diciembre de 2008

frente al espejo amarillo


Comenzamos por mayo ( deberé obviar los meses anteriores, por razones de tiempo y espacio)



Ascendino año a año realiza el ejercicio libre y bien ponderado de mirarse hacia atrás, esto en ocasiones le conlleva a miedos extraños. Apilados sus hechos en anaqueles mentales, hace recuento de contradicciones, pero las sustituye con lavados de alma en forma progresiva.



Este particular procedimiento anual, en esta oportunidad trajo consigo mas sol que lluvia, no quedando como en años anteriores ese olor a cemento mas agua. Ahora Ascendino había hecho bien las cosas. Mayo fue el inicio de ese ciclo donde a veces se convirtió en un simple punto, pero otras veces quedó en tie o empate, para arremeter finalmente en un sabot (carro) con presencia en banca fija. a mediados de mayo lanzó su vida como dos dados y jugo a favor del punto por venir, obteniendo su cabalístico número 7, lo misma suerte vivió en un paño de academia con una ruleta chilena que originó una doble chance para esos oscuros días de invierno. Entonces la esperanza lo llevaría lejos, y eso lo denotaba en sus ojos. Ascendino había madurado su destino y con ello dejado de lado todas aquellas ideas contaminantes.

martes, 11 de noviembre de 2008

¿ Dónde fue a parar mi diskette?


Añoro esos discos de 3 1/2 en donde guardaba 1/4 de canción, porque no alcanzaba una completa. En donde 30 páginas de word eran ya casi suficientes para ser llenado y en el cual 5 fotos de baja definición me decian stop y no stock. Tenía hartos de ellos, de varios colores y marcas, fueron formateados casi la mitad y la otra derivaron en disco lleno o inutilizable, sin ni siquiera haberle pegado la correspondiente etiquetita, sin antes tirar del grillete para hacerlo sonar una y mil veces, quizás por eso eché a perder unos tantos y otros cuantos quedaron en el camino...hoy no son mas que recuerdos, todo entra en mi pendrive, el disco de almacenamiento local ya no existe, ahora en estos nuevos entran dos vidas mías y 365 canciones de otros...mi disco se quedó atrapado en alguna disketera o en la desdicha de alguna fuente de poder.

sábado, 20 de septiembre de 2008

algodones rosados


Erasmo remolineaba en septiembre bajo un sospechoso cielo azul, participaba de una fiesta que debía festejarse en otra fecha, en un escenario distinto al de él, pero no era su culpa. Los viernes sabía que donde la tía Lidia, fuente de soda tipo manquehuito popwine, encontraría lo que esperaba con ansias verdaderas toda la semana, ¿ Qué era eso que lo hacía pensar en rosado?Simplemente la máquina de hacer algodones dulces, de esos que se construyen por pedaleo, de una bicicleta que avanza hacia atrás, igual que la fiel Singer de la tía Aurora, aquella donde costureaba para el dueño de la carnicería de equino. Máquina de color naranjo,que mas se asemejaba a un tambor rodante, ese tono para su cacharrito no era fortuito; don Victorino era hincha de Cobreloa, en esa temporada recuerdo jugaba un uruguayo al cual lo llamaban "trapo Olivera", el apelativo no sé realmente su significancia, ni menos su carácter simbolico, pero fué lo mejor que ha pasado por ese desierto llamado, codelco, o mejor dicho Calama. Confieso que yo tambien quisiera que Osorno fuera una ciudad con auspicio, y más si este es el pago de Chile.
El dejaba su biciclo siempre estacionado en la misma ubicación, frente a la fábrica de alambres, recuerdo que mi papá cuando quería arreglar el lavaplatos nos mandaba con mi hermano a buscar los restos que dejaba el camión que los traía de las higueras, que felices eramos eramos de encontrar unas migajas de puas.
La nariz bien rojita de don Victorino era indicio que comenzaría su ritual, su peculiar receta, esta consistía en azúcar, creo quemada, caramelo y otro secreto que siempre estaba en los elementos reflectores de su carrito, y con un palito comenzaba a agrandarse, igual que una bola de nieve que viene rodando cuesta abajo. El resultado un algodón, que sólo había costado 50 pesos, pero su sabor era incalculable y único, al menos eso era lo evidenciaba en mi rostro pogoteado por la azúcar rosada que el viento de un feriado ya no marcado en rojo, remarcaba en mi rostro.
pd.: ¿Don victorino dónde estará?, no lo volví a ver más desde hace varios años atrás, su tambor quizás lo sepultó esa maquinita de sacar peluches en un supermercado del centro, esas que no siempre ganas y que generan una falsa ilusión de trasuntar más allá de lo real.

martes, 2 de septiembre de 2008

dime lo que escuchas y te diré quien eres

Matilda era una estudiante brillante, debió ser la mejor alumna de la generación en una carrera de filosofía en la desconocida Universidad de Cracovia, país que recordaran en la película "la terminal", pero aquella ciudad me sirve de referente para hacerla figurar en algún lugar. Largas madrugadas delatadas en el rojo cereza de sus ojos, tildaban su semblante cada vez que se avecinaba una prueba, el resultado, siempre la mejor calificación, siempre en el primer lugar de las listas,mientras Palencia, sólo cerraba el listado, con el rojo cereza que le prestaba cada vez mas seguida Matilda. Pero ella tenía una clara disfunción, ¿ cuál? la de ser feliz en la vida real, no en una escala de notas con números y cifras, sino en una musical. La de vivir, la de disfrutar de otras formas de arte, como la música. Palencia siempre fué siempre por más, quería tener todas las canciones en una alcancía, su aventura no era alcanzar una fe intelectual, ni menos una proporcionada por Platón, sino estaba con su razón puesta en sonidos nuevos, a través de ellos se explicaba ante los demás, con ella sugería su estado de ánimo, con ella supo que detrás de los cerros se erá aún más feliz.