jueves, 25 de diciembre de 2008

frente al espejo amarillo


Comenzamos por mayo ( deberé obviar los meses anteriores, por razones de tiempo y espacio)



Ascendino año a año realiza el ejercicio libre y bien ponderado de mirarse hacia atrás, esto en ocasiones le conlleva a miedos extraños. Apilados sus hechos en anaqueles mentales, hace recuento de contradicciones, pero las sustituye con lavados de alma en forma progresiva.



Este particular procedimiento anual, en esta oportunidad trajo consigo mas sol que lluvia, no quedando como en años anteriores ese olor a cemento mas agua. Ahora Ascendino había hecho bien las cosas. Mayo fue el inicio de ese ciclo donde a veces se convirtió en un simple punto, pero otras veces quedó en tie o empate, para arremeter finalmente en un sabot (carro) con presencia en banca fija. a mediados de mayo lanzó su vida como dos dados y jugo a favor del punto por venir, obteniendo su cabalístico número 7, lo misma suerte vivió en un paño de academia con una ruleta chilena que originó una doble chance para esos oscuros días de invierno. Entonces la esperanza lo llevaría lejos, y eso lo denotaba en sus ojos. Ascendino había madurado su destino y con ello dejado de lado todas aquellas ideas contaminantes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

mmm...

Anónimo dijo...

mmm...